Este articulo fue escrito por Gerardo Pereyra, un gran amigo Argentino quien ha trabajado en México como misionero desde 2005. Su trabajo principal es pastorear y capacitar lideres juveniles en México y Centro América. Lo puedes encontrar en Twitter y Facebook. Si te interesa escribir un articulo o participar, te invito a leer como contribuir a la pagina.
“Célula” es un nombre científico, y habla de una unidad pequeña que forma parte del cuerpo, y como analogía y en este sentido, no es mala, pero, dice poco acerca de la “vida” de un grupo pequeño de jóvenes, cuyo principal objetivo es la vinculación de sus participantes, compartiendo sus vidas, alegrías y tristezas, logros y fracasos, victorias y derrotas, sus corazones, sus emociones, en fin, todo lo que comprende sus vidas.
La idea de “comunidad” se acerca más a la idea y dinámica esperada en estos grupos y tiene más que ver con las necesidades de nuestros jóvenes.
Fundamentos de Grupos Pequeños
Fuimos Creados para vivir en comunidad. Desde el Edén, cuando Adán se sintió solo, Dios creó a Eva. Más allá que formarían el primer hogar, también fue la primer comunidad. También el Pueblo de Israel y por extensión la Iglesia.
Jesús tuvo su comunidad – Los doce. Jesús compartió mucho más que enseñanza con sus discípulos. Compartió tres años completos de su vida. También les enseño a vivir en comunidad. Esta comunidad la usaría después para transformar el mundo.
La Iglesia en sus comienzos. Era más que un grupo “religioso”. Tenían en común TODAS las cosas. Eso si era comunidad!.
Por lo tanto, cuando pensemos en una comunidad pequeña de adolescentes y jóvenes, no pensemos en una mera estrategia, pensemos en que estamos supliendo una necesidad básica del ser humano, la de vincularse estrechamente con otros.
Elementos de Comunidad – Hechos 2:41-47
Si echamos un vistazo a la iglesia en sus comienzos, que ya mencionamos como ejemplo de comunidad, podemos extraer los elementos que debemos procurar tener en una comunidad pequeña de jóvenes.
- Enseñanza. Como dice Lucas Leys “Es un pecado aburrir a nuestros jóvenes con la Palabra”. No necesariamente estamos hablando de un estudio bíblico, estilo conferencia, ni siquiera una clase. Hay muchas maneras de enseñar, busca, pide a Dios, se creativo y enseña en tu grupo.
- Necesidades Atendidas. Mira a tus jóvenes en todas las aéreas de su vida, y ayúdales integralmente. El grupo pequeño ayuda a este propósito.
- Convivio. Pasar tiempo juntos edificará mucho a nuestros jóvenes. Tiempo de diversión, de convivio, sin programa.
- Alabanza. No puede faltar el reconocimiento de Dios en la vida de los jóvenes. Pero recuerda y has el intento de separar música de adoración. Hay muchas maneras de reconocer a Dios, por quien es, mencionar sus virtudes, declararle nuestro amor.
De todos estos ingredientes, mezclados en la proporción indicada, y practicados en la voluntad de Dios, la iglesia crecía día con día. Un grupo con estos ingredientes es atractivo. Muchos chavos querrán ser parte de el, y se agregarán.
Recuerda que estamos en el siglo XXI, contextualiza estos elementos a la realidad de tus jóvenes.
Dos Modelos de Grupos
El primer modelo, estilo conferencia, solo uno habla el resto no participa y solo escucha (en el mejor de los casos). El segundo modelo, aunque hay un coordinador, es igual a todos. Todos interactúan, de manera ordenada y en el mismo tema. Todos aprenden de todos. Todos enseñan a los demás. Todos “ministran”. ¿No es acaso este modelo el que mas se ajusta a “los unos a los otros”?.
Los grupos pequeños son muy edificantes para nuestros jóvenes, solo te reto a encontrar y a aportar los elementos necesarios en la manera mas adecuada y contextualizada y hacer los ajustes que necesites al modelo tradicional de células que conocemos.