Hoy es casi imposible no ver celulares vivitos y coleando mientras uno está predicando —sea en la congregación o conferencia—.
Los pedidos de «apague su celular» es una buena idea, pero ni en el cine funciona. Los letreros «Jesús te llama, pero no por el celular» son simpáticos, pero no absolutos. Igual con «Dios quiere hablarte hoy… pero no te llamará al celular».
Así que tenemos 2 alternativas: o los reprimimos, o los hacemos bailar a nuestro ritmo.
Me inclino por lo segundo, y aquí te paso un libreto.
Vivimos la era de la social media y urge que hasta la predicación también sea social.
Libreto
Crear un Evento en Facebook con el título del mensaje y nombre del predicador.
Ejemplo: El Amor a los 20, por Justo Llecllish M.
En la introducción de tu mensaje anunciar el hashtag (#) y pedirles explícitamente que lo usen tanto en Facebook como Twitter.
Ejemplo: #ElAmorAlos20
Conforme desarrollas tu mensaje, proyectar en el ecran/pantalla(s), las frases clave de tu mensaje, autoría y hashtag respectiva. Y pedirles, otra vez, que lo compartan en sus redes sociales.
Ejemplo: «Si no haz conquistado a una mujer, no haz conquistado nada». —Justo Llecllish, en #ElAmorALos20
Si tu mensaje incluye un tiempo de preguntas y respuestas, pide a tu audiencia que escriban sus pregunta en el Evento publicado en Facebook, e indica que responderás algunas en los últimos 7 minutos del mensaje, y el resto durante la semana.
A manera de «llamado a la acción», ofrece a la congregación una frase + hashtag, para que lo publiquen en sus perfiles, como respuesta positiva al mensaje.
Ejemplo: Yo abrazo el #PlanDeDios: el matrimonio. #ElAmorALos20
Ventajas
La principal ventaja, además de tenerlos bailando a tu ritmo, será ayudarles a predicar a sus semejantes. ¡Eso es bastante!
La otra ventaja es que estarás multiplicando tu nivel de alcance, y en algunos casos marcar tendencia. Saca la cuenta: Si tienes 100 personas en tu auditorio, ¿a cuántos estarías alcanzando en total?
Riesgo
El riesgo es tener un auditorio atarantado en sus redes sociales en plena prédica. —Nada es perfecto. Será mejor que practiques con un grupo pequeño.
Recuerda, vivimos en la era de la social media y urge que hasta la predicación también sea social.
¿De qué formas más se podría aprovechar la social media en la prédica? Déjame tu comentario…
Por
Justo Llecllish