¿Quisieras continuar la misión de manera efectiva como lo hicieron los pioneros? Medita en la Biblia cada día. Un misionero debe tener una vida devocional diaria en la primera hora de cada mañana. No hay misión sin comunión. Si no tienes el hábito empecemos hoy.
El sermonero que tienes en tus manos tiene el objetivo de que presentes la Palabra de Dios con pasión y convicción, pero antes debes alimentarte adecuadamente de ella. Dios te use en este desafío magno.
Un abrazo cristiano.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
Ministerio Personal
UNIÓN PERUANA DEL SUR