“Parece lo mismo pero no lo es. ¿A que aspira usted; a ser un miembro o un discípulo? Vistos en una iglesia, durante una reunión, no ofrecen muchas diferencias. Sin embargo son absolutamente distintos: lea y escoja lo que usted quisiera ser:
El miembro suele esperar panes y peces; el discípulo es un pescador.
El miembro lucha por crecer; el discípulo por reproducirse.
El miembro se gana; el discípulo se hace.
El miembro se toma de las faldas de su madre; el discípulo se atreve a servir.
El miembro entrega parte de sus ganancias; el discípulo entrega su vida.
El miembro puede caer en rutina; el discípulo es un revolucionario.
El miembro espera a que se le asigne tarea; el discípulo toma responsabilidades.
Uno murmura y reclama; el otro obedece y se niega a si mismo.
El miembro es condicionado por las circunstancias; el discípulo domina las circunstancias.
El miembro reclama que le visiten; el discípulo visita.
El miembro vale para sumar; el discípulo para multiplicar.
Hacer miembro de un discípulo es poner cepo al que anda en el camino ; hacer discípulo es dar alas a la evangelización.
Los miembros suelen ser fuertes como soldados en la trinchera; los discípulo son soldados invasores.
El miembro cuida del las estacas de su tienda; el discípulo ensancha el sitio de su cabaña.
El miembro predica el evangelio; el discípulo vive en campaña.
El miembro espera un avivamiento; el discípulo es parte de él.
Al discípulo se le promete una cruz; al miembro una almohada.
El miembro es ¡Ojalá!; el discípulo es ¡Heme aquí¡.
El miembro es valioso; el discípulo es indispensable.
ANÓNIMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario