Gran
parte de los estudios y publicaciones sobre el liderazgo se ocupan de la
característica de los buenos líderes, pero tales enfoques resultan demasiado
generales para el objetivo práctico de formar LGP.
En
algunos casos se hacen largos listados de características y cualidades que idealmente deben poseer los lideres,
tales como ser carismáticos, visionarios, leales, optimistas, sinceros,
perseverantes etc., etc. Pero tal forma
de presentar el liderazgo carece de utilidad práctica para la educación y
formación de nuevos líderes, ya que se trata de juicios superficiales,
parciales y simplistas sobre el comportamiento de los líderes.
Del Valle (2009)[1] señala
tres enfoques de liderazgo: Conductual o de las características, con sus
teorías de los rasgos, del comportamiento y de la red. Situacional o de
contingencia, con su modelo de contingencia, la teoría situacional, trayectoria
a la meta y la del líder participación. Emergentes, con sus teorías
carismáticas y transformacionales.
Enfoque conductual.
El enfoque conductual
trata de explicar el liderazgo mediante la búsqueda de rasgos o características
que poseen los líderes efectivos. Se trata de las teorías sobre el “gran
hombre”, del “hombre superior” o del “súper hombre”, del “genio”, del líder
carismático. Sus principales teorías son:
La teoría de los rasgos, que examinan
atributos de personalidad, intelectuales, sociales y fiscos tratando explicar
lo que hacen, por qué actúan de uno u otro modo, los efectos de sus acciones en
los seguidores y la organización.
La teoría del comportamiento, que estudia las conductas de los líderes
que pueden actuar orientados a atender al empleado o por el contrario al
puesto. De donde se derivan el
liderazgo “autocrático” o centrado en el líder, el liderazgo
“democrático” centrado en el grupo, y
el liderazgo "laissez-faire", liderazgo ausente o no directivo. Otra
forma de presentarla es la mención del liderazgo orientado a los
empleados o a la tarea o producción.
La teoría de la
red, creada para medir las dos dimensiones de la teoría conductual del
liderazgo: “preocupación por la gente” y
“preocupación por la producción”. Los estudios conductuales mostraron que los
líderes no son innatos, por el contrario hay conductas que pueden ser
cultivadas para formar a los líderes, pero estas no explicaron cómo afectan
ciertas situaciones al desempeño del liderazgo.
Enfoque
situacional.
El enfoque situacional, sostiene que diferentes patrones de
conductas pueden ser efectivos en diferentes situaciones donde se debe liderar.
En tal sentido, se conocen la teoría de las metas, la teoría de los sustitutos
del liderazgo, la teoría de la decisión normativa, la teoría de los rasgos
cognitivos y la teoría de la interacción líder- ambiente – seguidor como los
más resaltantes. Pero Lupano y Castro (s/f), señalan que estas teorías situacionales, tienen la
restricción de ser demasiado generales por lo que no han sido sometidas a pruebas
científicas rigurosas.
La teoría del liderazgo situacional (TLS) sostiene
que la efectividad de liderazgo depende de la capacidad del líder para
diagnosticar las condiciones de la situación para responder a tales situaciones
mediante una variedad adecuada de conductas. También se propuso la
teoría de la trayectoria a la meta, que sostiene que el líder debe acompañar y
apoyar a sus seguidores a que alcancen las metas propias y las
organizacionales. Y la teoría del líder-participación, tiene que ver con la calidad de la
decisión tomada por el líder y con la aceptación de la decisión del líder por
parte de los subordinados, derivándose cuatro estilos de liderazgo: Director,
apoyador, participativo y orientado hacia los logros.
Enfoques emergentes.
Los enfoques
emergentes estudian el liderazgo desde una perspectiva más actual, ética y
moral, tal como los estudios del liderazgo carismático, liderazgo transaccional
y el liderazgo transformacional. Según Lupano y Castro (s/f)[2]
el liderazgo
transaccional expresa una transacción entre el líder y los miembros del
grupo, donde estos aceptan la influencia del primero siempre que éste les
proporcione ciertas recompensas, los seguidores son motivados por promesas de
recompensas o castigos. Pero el liderazgo transformacional (LT)
estudiado sobre todo por Bass y
Avolio (1985) siendo Bass su principal exponente, es uno de los enfoques más
estudiados en la actualidad, ya que “ayuda al logro de un desempeño excepcional
del líder como de los seguidores, cambiando y desarrollando la organización
integralmente”.
En ese sentido
se resalta tres aspectos importantes del
LT: Carisma, consideración individual y estimulación intelectual. Así los líderes transformacionales revitalizan
la institución con nueva visión, actualizan la misión y promueven intercambios
interinstitucionales, el modelo
transformacional trasciende a la transacción, pues motiva a los seguidores a
dejar sus propios intereses en beneficio de los intereses del grupo, es
contrario a la autopromoción, por el contrario manifiesta valores de trascendencia y apertura al
cambio, generando confianza, respeto y motivación para logros superiores.
También permite aprender sistemas de
valores que son indicadores de cómo se comportarán los líderes a lo largo de su
existencia como principales actores y efectores de los resultados que
alcanzarán las instituciones.
Pero es sobre todo, es la dimensión moral del LT la que la hace
diferente, pues la meta del LT es una relación de mutuo estímulo y elevación
que convierte a los seguidores en líderes y a los líderes en agentes morales de
transformación y renovación.
En tal sentido la enseñanza del LT entre los LGP puede ayudar a
forjar la visión compartida, aprendizaje, innovación y logro de resultado en el
discipulado de los miembros de los Grupos Pequeños, permitiendo su desarrollo
integral gracias a énfasis en la creatividad, innovación, valores, y el
aprendizaje continuo de los miembros y nuevos líderes de GP.
Existen modelos aun no sustentados cabalmente, tal el caso del liderazgo siervo propuesto por Greenleaf
(1970)[3],
y el modelo espiritual propuesto por Dodd (2005)[4]. Pero este estudio sobre teorías de liderazgo
permite percibir que antes de elegir y asignar tareas de liderazgo a los LGP en
la IASD, primero es preciso conocer sus características y entrenarlos con una
estrategia y metodología adecuadas para su labor de naturaleza espiritual
Por
Dr. Rubén Jaimes Zubieta
Catedrático de la Universidad Peruana Unión
[1] Del Valle, R. (2009). Teorías de
liderazgo. Versión electrónica, recuperado en marzo del 2009.
[2] Castro, A. y Casullo, M. (2005).
Análisis del cambio en los estilos de
liderazgo de un grupo de estudiantes militares. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires RIDEP · 19
(1)
[3] Greenleaf, R. (1977). Servant Leadership: A journey into
the nature of legitimate power and greatness. New
York: Paulist Press.
[4] Dodd J. Briam. (2005) Liderazgo
con Poder. Editorial Patmos. Miami.
No hay comentarios:
Publicar un comentario