Es un
hecho real que a pesar de qué existen muchas publicaciones en libros y revistas
así como cursos y talleres con diversos enfoques
teóricos sobre liderazgo, aun persiste
la escasez de líderes eficientes.
El
estudio y la observación de varios años sobre el desarrollo de los GP y su
liderazgo en la IASD de la DS (América del sur), indican que una de las causas
para dicha escases consiste en una falta de concepción clara sobre el estilo
adecuado de liderazgo que los Lideres de los Grupos Pequeños (LGP) deben
practicar.
En
efecto, en algunos casos persiste la concepción basada en el enfoque
tradicional, que sostiene que los rasgos o características innatas y extraordinarias de algunas personas
nombradas como LGP es la que les permitirá conducir con éxito a los miembros de
su GP
En
ocasiones se puede percibir la persistente creencia de que la singularidad de
sus conductas y acciones sería la que les permite ejerce influencia sobre los
miembros de su GP.
Del
mismo modo, la mayoría de las publicaciones actuales sobre liderazgo persisten
reiteradamente sobre el “poder de la
influencia” como paradigma de liderazgo. Dicho enfoque lleva implícita la
creencia de que liderar es “hacer que el otro haga lo que yo quiero”. Este
enfoque está basado en la concepción tradicional de “mando-control”, donde la
influencia es mal enfocada siendo reducida simplemente otra forma de mandar.
Sin
embargo, la concepción del liderazgo como influencia que procede del modelaje de valores espirituales y del
ejemplo de servicio, es muy valiosa para el ejercicio del liderazgo de los GP.
Por el contrario, la concepción de liderazgo como influencia de poder no es la
más adecuada para formar los LGP, ya que no favorece el desarrollo integral, ni
de ellos mismos ni de los miembros del GP.
En
tal sentido es preciso advertir que si el liderazgo no es ejercido para el
entrenamiento, la capacitación y el desarrollo de los miembros del GP, mediante
el cultivo de sus dones y talentos no podremos cumplir eficazmente la gran obra
de hacer discípulos. Un liderazgo para ejercer influencia de poder, solo
producirá frustración, desmotivación y baja
productividad misionera.
En conclusión, es preciso realizar estudios y propuestas sobre enfoques adecuados de liderazgo para los GP, ya que un cambio de concepción en el enfoque de liderazgo, como la concepción del modelo de servicio o el modelo espiritual, servirán como instrumentos útiles para el desarrollo humano integral de cada LGP, cada miembro del GP y de la IASD como un cuerpo organizacional y espiritual.
En conclusión, es preciso realizar estudios y propuestas sobre enfoques adecuados de liderazgo para los GP, ya que un cambio de concepción en el enfoque de liderazgo, como la concepción del modelo de servicio o el modelo espiritual, servirán como instrumentos útiles para el desarrollo humano integral de cada LGP, cada miembro del GP y de la IASD como un cuerpo organizacional y espiritual.
Por
Dr. Rubén Jaimes Zubieta
Universidad Peruana Unión
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