“La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano, me ha sido presentada por uno que no puede errar.”[1] Este es el texto rey con respecto a Grupos Pequeños a lo largo del Espíritu de Profecía. Sin duda expresa que el plan de los Grupos Pequeños fue mostrado a Elena G. de White para que el pueblo remanente no olvide sus orígenes. No olvide que nació de un humilde pero organizado y consagrado Grupo pequeño.
Los Grupos Pequeños deben estar bien organizados
No obstante, estos Grupos Pequeños (base del esfuerzo cristiano) deben estar correctamente organizados, pues Dios es un Dios de orden. La declaración siguiente es muy clara: “Haya en cada iglesia grupos bien organizados de obreros que trabajen en el vecindario de la misma.”[2] No es necesario salir fuera del lugar donde los cristianos viven, sino por el contrario entre sus vecinos simplemente.
¿Cuántos vecinos suyos aún no pertenecen a la iglesia? ¿Cuántos familiares tuyos aún no han aceptado a Cristo? ¿Ya ves? ¡Hay mucho por hacer querido hermano, querido pastor…!
Los Grupos Pequeños y sus actividades principales
Los Grupos Pequeños tienen muchas actividades, pero entre muchas existen dos principales:
Adoración: Cumpliendo la razón de cada ser creado
Elena G. de White asevera: “Que haya pequeños grupos que se reúnan para estudiar la Biblia en las tardes, o temprano al empezar el día. Dispongan tiempo para orar con el fin de ser fortalecidos, iluminados y santificados por el Espíritu Santo...Si lo hacen de este modo, recibirán una gran bendición por parte de Uno que consumió su vida en el servicio, ofrendándola para redimirnos.”[3] ¡Qué preciosas enseñanzas…! ¡Recibir gran bendición al reunirme en grupos pequeños! ¿Ya experimentaste las grandes bendiciones de los grupos pequeños? Es por ello que, ¡Grupos Pequeños: Grandes Bendiciones…!
Predicar: Cumpliendo la misión de cada hijo de Dios
Evangelizando al mundo pecador, la declaración es muy directa: “Si hay un gran número de hermanos en la iglesia, organícense en grupos pequeños, para trabajar no solamente por los miembros de la iglesia, sino por los no creyentes también.”[4]
Del mismo modo, siguiendo el ejemplo del ministerio integral de Jesús, cada Grupo Pequeño es siervo, por ello: “Organícense nuestras iglesias en grupos para servir. Únanse diferentes personas para trabajar como pescadores de hombres. Procuren arrancar almas de la corrupción del mundo y llevarlas a la pureza salvadora del amor de Cristo.” [5]
Además, “La presentación de Cristo en la familia, en el hogar, o en pequeñas reuniones en casas particulares, gana a menudo más almas para Jesús que los sermones predicados al aire libre, a la muchedumbre agitada o aun en salones y capillas.” [6]
Finalmente, “El tiempo es corto y nuestras fuerzas deben organizarse para hacer una obra más amplia.”[7] Es imposible negar que Elena G. de White, la mensajera de Dios para el pueblo del fin, haya declarado a favor del los Grupos Pequeños. Por tal razón donde el Rey de reyes manda, yo obedezco, ¿y tú?
Las iglesias numerosas no cumplen con el mandato divino
Es por ello que jamás estuve de acuerdo con iglesias de varios turnos. Si una iglesia está creciendo aceleradamente debe dividirse y buscar otros horizontes para que el evangelio crezca. Una mega iglesia, aunque esté organizada en Grupos Pequeños, no cumple la razón, ni la misión de un verdadero Grupo Pequeño. Un verdadero Grupo Pequeño debe ir y crecer también territorialmente.
Elena G. de White menciona: “Si hay muchos miembros en la iglesia, organícense en pequeños grupos para trabajar no sólo por los miembros de la iglesia, sino a favor de los incrédulos. Si en algún lugar hay solamente dos o tres que conocen la verdad, organícense en un grupo de obreros.”[8]
Maravillosas lecciones:
1.La Biblia dice: “…creed al Señor vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”
2. Elena G. de White, mensajera del Señor, es como Moisés en los tiempos del errante pueblo hebreo. Su consejo es vital. Los Grupos Pequeños fueron probados y comprobados por la misma mensajera de Dios. Así tuvo su inicio la Iglesia Adventista del
[1]Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3:84.
[2] Elena G. de White, Servicio cristiano, 92.
[3] Ibid.
[4]Elena G. de White, El evangelismo, 89.
[5]Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3: 84.
[6]Elena G. de White, Obreros evangélicos, 201.
[7]Elena G. de White, Servicio cristiano, 92.
[8] Ibid.