domingo, 29 de enero de 2012

LIDERAZGO ¿INFLUENCIA O PODER?



Es un hecho real que a pesar de qué existen muchas publicaciones en libros y revistas así como cursos y talleres  con diversos enfoques teóricos sobre liderazgo,  aun persiste la escasez de líderes eficientes.

El estudio y la observación de varios años sobre el desarrollo de los GP y su liderazgo en la IASD de la DS (América del sur), indican que una de las causas para dicha escases consiste en una falta de concepción clara sobre el estilo adecuado de liderazgo que los Lideres de los Grupos Pequeños (LGP) deben practicar.

En efecto, en algunos casos persiste la concepción basada en el enfoque tradicional, que sostiene que los rasgos o características  innatas y extraordinarias de algunas personas nombradas como LGP es la que les permitirá conducir con éxito a los miembros de su GP
En ocasiones se puede percibir la persistente creencia de que la singularidad de sus conductas y acciones sería la que les permite ejerce influencia sobre los miembros de su GP.
Del mismo modo, la mayoría de las publicaciones actuales sobre liderazgo persisten reiteradamente sobre el “poder de la influencia” como paradigma de liderazgo. Dicho enfoque lleva implícita la creencia de que liderar es “hacer que el otro haga lo que yo quiero”. Este enfoque está basado en la concepción tradicional de “mando-control”, donde la influencia es mal enfocada siendo reducida simplemente otra forma de mandar. 
Sin embargo, la concepción del liderazgo como influencia que procede  del modelaje de valores espirituales y del ejemplo de servicio, es muy valiosa para el ejercicio del liderazgo de los GP. Por el contrario, la concepción de liderazgo como influencia de poder no es la más adecuada para formar los LGP, ya que no favorece el desarrollo integral, ni de ellos mismos ni de los miembros del GP.

En tal sentido es preciso advertir que si el liderazgo no es ejercido para el entrenamiento, la capacitación y el desarrollo de los miembros del GP, mediante el cultivo de sus dones y talentos no podremos cumplir eficazmente la gran obra de hacer discípulos. Un liderazgo para ejercer influencia de poder, solo producirá frustración, desmotivación y baja  productividad misionera.

En conclusión, es preciso realizar estudios y propuestas sobre enfoques adecuados de liderazgo para los GP, ya que un cambio de  concepción en el enfoque de liderazgo, como la concepción del modelo de servicio o el modelo espiritual, servirán como instrumentos útiles para el desarrollo humano integral de cada LGP, cada miembro del GP y de la IASD como un cuerpo organizacional y espiritual.






Por


Dr. Rubén Jaimes Zubieta
Universidad Peruana Unión

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