martes, 31 de julio de 2012

Pastoreando y Pescando vidas en Grupos Pequeños: testimonios de poder...!


Hace algunos meses fui invitado a un Concilio de Líderes de Grupos Pequeños. Fue sin duda un encuentro extraordinario, todo un evento apoteósico a más. El pastor distrital movilizó a la iglesia para aquél día de modo que también se realizó una ceremonia bautismal con varias personas para Cristo. Uno de los seminarios que dicté fue "Cómo organizar campañas evangelísticas con Grupos Pequeños". Al finalizar la concentración, uno de los líderes se acercó y me hizo una pregunta: ¿Dónde están los que fueron evangelizados? ¿Dónde están todos los que fueron bautizados en año pasado?


Los adventistas del séptimo día son apasionados del evangelismo. El ganar almas para Cristo es especialidad de los verdaderos adventistas. Salir a visitar en las tardes y dar estudios bíblicos, llevar a sus amigos a las campañas evangelísticas y ver a alguien no como es, sino como un futuro director de jóvenes, anciano, diácono, pastor... es realmente parte del estilo de vida adventista.
En una ocasión mientras viajaba hacia un distrito para capacitar a líderes de Grupos Pequeños a un Escuela de Líderes, intentaba dormir mientras duraba el viaje. Dije que intentaba pues mi compañera de asiento intentaba entablar conmigo acerca del acontecer regional, después de algunas preguntas y viendo que yo estaba un poco incómodo por no decir aburrido como dormitando, ella me sorprendió con un libro la Gran Esperanza de Elena G. de White después de decirme: "Disculpe señor, pero antes de ternimar el viaje me gustaría hacerle un presente, un regalo de vida o muerte". Lo máximo...! Como les dije, los verdaderos adventistas no pueden estar quietos, ellos están buscando almas para salvar. Son pescadores de hombres...!
Sin embargo, aunque expertos en pescar, debemos reconocer que nuestra debilidad como líderes adventistas es la falta de conservación. Hemos mal entendido la misión de la iglesia creyendo que solo nos corresponde bautizar, esto es pescar, olvidándonos que el mismo que le dijo a Pedro "te haré pescador de hombres" también le dijo "apacientas mis ovejas", esto es pastoreo. Debemos pescar entonces, pero no debemos dejar de pastorear.



No obstante, por la gracia de Dios, la Biblia nos dice que Jesús llamó a sus discípulos y los organizó en un Grupo Pequeño para "que estuviesen con Él y para enviarlos a predicar" (Mr. 3:14). Es decir que, la razón del porqué de un Grupo Pequeño es COMUNIÓN (estuviesen con Él) y MISIÓN (enviarlos a predicar). Dicho de otro modo, cuando hacemos COMUNIÓN estamos haciendo pastoreo y cuando hacemos MISIÓN hacemos pesca de hombres.

Podríamos resumir diciendo: pastoreamos para pescar y pescamos para pastorear o bautizamos para conservar y conservamos para bautizar. 

¿Dónde se logra mejor el discipulado bíblico? ¿Dónde podemos pescar y pastorear de manera efectiva y mejor? ¿Qué es lo que hizo Jesús, nuestro mayor y mejor ejemplo?

Cuando Jesús vino hizo discípulos en Grupo Pequeño, ¿Pudo hacer hecho en una campaña pública o una concentración? Sí, pero nos dejó ejemplo de que el mejor lugar o la mejor estrategia para cumplir la misión son los Grupos Pequeños. En definitiva, la MISIÓN que Dios nos dejó es HACER DISCÍPULOS y la mejor estrategia (probada y comprobada por Jesús) son los GRUPOS PEQUEÑOS.

¿No me crees? Pues bien, vamos y veamos los siguientes testimonios de poder sobre cómo se puede pastorear (CONSERVAR) y pescar o salvar (BAUTIZAR o PREDICAR).


PASTOREANDO VIDAS EN GRUPOS PEQUEÑOS



SALVANDO VIDAS EN GRUPOS PEQUEÑOS


No olvides, fuimos llamados para pescar y pastorear, y ese cometido se logra de manera efectiva en Grupos Pequeños... ¿quieres ser parte de ese plan maravilloso de salvación?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Coordinador de Grupos Pequeños
Misión del Oriente Peruano


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