jueves, 27 de junio de 2013

Las mujeres y los Grupos Pequeños


Nuestra sociedad vive la época del posmodernismo con sus características de  re encantamiento o renacimiento de la espiritualidad, del sentido de comunidad, del sentido y actitud de líderes que ya no están “sobre, sino entre” , lo que concuerda con la enseñanza del NT del sacerdocio universal de todos los creyentes, y de que “el mayor de todos entre vosotros es el siervo de todos”.

Esta es la era de los relacionamientos casi sin límites, con una tolerancia, pluralismo y relativización ilimitados. En tal sentido, nuestra tarea de predicar el evangelio y hacer discípulos entre todos los pueblos, requiere más que la proclamación del evangelio (Kerigma), o la enseñanza (paideía), ahora es necesario sobre todo relacionamientos positivos (relación epigenetica)[1]

Sin embargo, los LGP necesitan reconocer que los relacionamientos se fortalecen mucho con la intervención de las mujeres en los GP de la Iglesia Adventista del séptimo Día, debido a los siguientes factores:
  1. Las personas se convierten a una religión o iglesia por que establecen y sostienen un relacionamiento positivo con uno o mas miembros de dicha iglesia.
  2. En ese sentido las mujeres adventistas pueden desempeñar un papel crucialmente determinante en crear una atmosfera religiosa que favorezca la formación de dichos relacionamientos, esto debido a que ellas tienen más facilidades de desenvolver apego, comunicación efectiva, resolución conjunta de problemas, mutualidad e intimidad.
  3. Precisamente es por ese motivo que en las iglesias Adventistas se prefiere tener a las mujeres en el equipo que forma el ministerio de la recepción, porque ellas están naturalmente predispuestas a proveer cuidado y atención a los miembros de la iglesia o el GP.
  4. Frente al posmodernismo que exige un nuevo estilo de labor pastoral para las iglesias adventistas y sus GP, la respuesta es el mayor número de mujeres en la feligresía involucradas en los diversos servicios y ministerios, lo que significa que ha llegado la hora de dar mayor entrenamiento y participación de LGP mujeres.
  5. En la coyuntura actual y en un futuro próximo, las mijeres de la IASD serán las principales responsables por las conversiones, la formación del discipulado el el pastoreo de los nuevos discípulos que se añadan a la iglesia.
  6. Pero eso no es nuevo, eso ya ocurrió durante la iglesia primitiva. Más allá de la intervención poderosa del Espíritu santo y  las predicaciones poderosas de  los apóstoles como Pedro y Pablo, fueron las mujeres  las que influyeron directamente en las conversiones primarias y la discipulación de los creyentes de la iglesia primitiva.
  7. De ese modo los LGP deben considerar que los GP son el ambiente ideal para involucrar a las mujeres adventistas en el ministerio de la iglesia, allí pueden ejercer sus liderazgo sirviendo de modelo de liderazgo espiritual de servicio que tanto hace falta en la iglesia.
  8. Es hora de separar, inspirar, entrenar y enviar LGP mujeres para que  hagan realidad la creencia bíblica del sacerdocio universal de todos los creyentes. Ellas pueden crear un ambiente de actitudes y gestos espontáneos de relacionamientos que finalmente cumplirán sus objetivos misioneros.
Señor permite que nuestra iglesia tome conciencia de que en esta tiempo de posmodernismo en el que el hombre esta abierto a la diversidad, a la coexistencia y al pluralismo intercultural que ha traído un sentimiento de indefinición e inseguridad, nosotros podamos ofrecerle un ambiente agradable acogedor donde pueda reencontrar su identidad y sus sentido de existencia para crecer espiritualmente y socialmente en buena relación consigo mismo, con sus prójimo y con Dios.
·       Resumen libre de: “Las mujeres y los pequeños grupos”, de Tania M. López Torres.



[1] Peter Prime (citado por Tania López Torres, 2007). Pequeños Grupos Grandes Soluciones. Seminario Adventista Latinoamericano de Teología, SP, Brasil.

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